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Hoy se cumplen dos años de la muerte del filósofo mexicano-español Adolfo Sánchez Vázquez, quien falleció un viernes 8 de julio del 2011 en la Ciudad de México a causa de una neumonía.
Sin duda alguna, son incontables los hechos y referencias que podríamos dar acerca de su vida, su obra, así como de su labor filosófica y política, pero además de decir que estudió filosofía en la Universidad Central de Madrid, pero que interrumpió por la Guerra civil y posteriormente continuó llegando a México en la expedición conocida como Sinaia en 1939, exiliado por el gobierno español de Francisco Franco, podríamos relatar un poco más sobre su propuesta y lo que pensaba acerca de otros escritores y filósofos que llegó a conocer en México. Fue así que durante el gobierno de Lázaro Cárdenas se dio asilo político a un gran grupo de exiliados españoles, entre los que, como ya hemos apuntado, llegó el joven poeta y filósofo Adolfo Sánchez Vázquez.
En 1941 se trasladó a Morelia e impartió clases de filosofía a nivel bachillerato, en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo de la Universidad Michoacana. Estando ahí logra reforzar su formación filosófica y establecer amistad con Samuel Ramos, Alfonso Reyes y Xavier Villaurrutia. Es en el año 1943 que el filósofo marxista renuncia voluntariamente a su actividad docente en la preparatoria, debido a que la educación se empezaba a tornar derechista y atacaba a la postura de izquierda, es decir, la cardenista.
Fue uno de los grandes pensadores del siglo XX y XXI de México y en general de América Latina, quien se consideraba parte de dos tierras: España y México. Su labor docente siempre estuvo relacionada con su obra filosófica, él mismo señalaba que sus obras fundamentales eran: Filosofía y economía en el joven Marx, Ética, Invitación a la Estética y Ciencia y revolución, pues estas investigaciones se formaron en el espacio de los seminarios y sus clases.
Cuenta en una entrevista con Carlos Pereda, que tuvo la fortuna de conversar con los “hyperiones” fuera de las aulas, en Mascarones, con quienes podía confrontar sus ideas; veía en el Grupo Hyperion y su propuesta sobre “filosofía de lo mexicano” una vía para enfrentar en México las preguntas existencialistas concretas, que se daban tanto en el contexto nacional como en el internacional con la caída del nazismo y la extensión de la “guerra fría”. Decía que había aprendido mucho de las reflexiones críticas de Emilio Uranga y Jorge Portilla, con los que conversaba en los años 50, así como de los cursos y seminarios de José Gaos, Leopoldo Zea, Eduardo Nicol, Ramón Xirau, entre otros.
Pese a que el marxismo estaba casi ausente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde se hizo profesor de tiempo completo en 1953, cuenta en dicha entrevista que había dos notables excepciones: Wenceslao Roces y Eli de Gortari, este último de quien fue no sólo su alumno, sino también su ayudante de clase.
Adolfo Sánchez Vázquez afirmaba, desde su postura marxista crítica y abierta, que algunos de los elementos del marxismo que se tienen que desechar son:
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La ley del desarrollo incesante de las fuerzas productivas y de su papel social dominante, ley que –no obstante su pretendida universalidad- es inaplicable a las sociedades precapitalistas en las que no rige el principio de acumulación y obtención de beneficios, propio del capitalismo.
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El reduccionismo de clase que ha impedido prestar la debida atención a los conflictos de otro género: nacionales, étnicos, religiosos, de sexo, etcétera.
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La concepción lineal, ascensional y eurocéntrica de la historia –de origen hegeliano-, aunque el propio Marx la rectificó al final de su vida.
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El “desencuentro” con América Latina, producto de esa concepción de la historia.
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La tesis del proletariado (occidental) como sujeto central y exclusivo de la historia.
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La fundamentación del progreso histórico en el desarrollo ilimitado de las fuerzas productivas, tesis incompatible –como hoy puede verse con la claridad que Marx no podía tener- con los imperativos ecológicos en la relación hombre-naturaleza.[1]
Les compartimos un artículo realizado por nuestra compañera Luz María León, en relación con las ideas filosóficas y políticas del profesor emérito de la FFyL de la UNAM.
Ideología y Filosofía desde Adolfo Sánchez Vázquez: la función social de la filosofía mexicana (Parte I)
Ideología y Filosofía desde Adolfo Sánchez Vázquez: la función social de la filosofía mexicana (Parte II)
[1] Federico Álvarez (editor). Adolfo Sánchez Vázquez: los trabajos y los días. FFyL, UNAM, México, 1995.
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