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Por Luz María León Contreras
La cuestión a tratar en esta investigación se divide en dos partes, en la primera abordaré el concepto de ideología basándome en el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, pues tiene relación con la noción de filosofía que me permitirá plantear una de las variadas funciones que tiene la filosofía en la sociedad. Por lo que en la segunda parte se cumplirá con el objetivo de dar cuenta de esta función, que va enfocada hacia la enseñanza de la filosofía, siendo una propuesta con sentido crítico y liberador, así como posibilitar una diferente manera de filosofar.
Filosofar es partir de la propia realidad y del «yo y su circunstancias», es asumir una unidad con el mundo y con las condiciones histórico-sociales, por lo que me remito a Adolfo Sánchez Vázquez al decir que, lo que tenemos y podemos hacer es justamente corresponder a nuestra circunstancia, porque “(…) el »yo« sólo existe en y por ellas, aunque con la capacidad de influir en las circunstancias.”[1] Así mismo, tampoco pretendo reducir ese filosofar y la filosofía a mi individualidad, sino sólo establecer de dónde parte esta reflexión, análisis e incluso la insistencia en una propuesta que ya ha tenido precursores.
La labor de re-pensar, cuestionar desde una visión crítica, dar cuenta de las posibilidades que tiene la filosofía de influir en la sociedad, de incidir en la comunidad, nos lleva a pensar en el contenido ideológico que influye en su fundamentación y posición en el mundo. Esta relación entre filosofía y sociedad se ve atravesada por una ideología, que de algún modo va moldeando la función social de cierta filosofía, lo que lleva a cuestionar la función social de la filosofía mexicana como consecuencia de esa correlación. La Filosofía Mexicana, o una parte de ella, es una filosofía que adquiere un compromiso con su circunstancia, con el contexto en donde el mismo filósofo encuentra su sentido. De lo que podemos derivar que el sentido en el que se piense la función social de la filosofía, proviene de los principios de cierta ideología que la han afectado.
Ideología
La propuesta que hace Adolfo Sánchez Vázquez del concepto de ideología resulta vital para situar y analizar la Filosofía que actualmente se está produciendo en México. Antes de pasar a explicar este concepto, cabe mencionar que él considera que la ideología tiene una relación intrínseca con la Filosofía, es decir, que toda Filosofía tiene un contenido ideológico, aunque no todas lo reconozcan o sean conscientes de ello. De ahí partimos para preguntarnos, ¿la ideología dominante en México ha determinado qué filosofía se produce y qué filosofía se enseña?, ¿ha condicionado eso que llamamos pensamiento crítico y reflexivo?
Ahora bien, ¿Cuál es la propuesta de ideología que hace Sánchez Vázquez? Él se basa en una concepción marxista y de ahí define, en un sentido amplio, que es:
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un conjunto de ideas acerca del mundo y la sociedad que
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responde a intereses, aspiraciones o ideales de una clase social en un contexto social dado, y que
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guía un comportamiento práctico de los hombres acorde con esos intereses, aspiraciones e ideales.[2]
La ideología, al ser un conjunto de ideas acerca del mundo y de la sociedad, establece no sólo qué percepciones se tienen de estos, sino también cómo se puede actuar. El contenido de una ideología no sólo es teórico, se acompaña necesariamente de la práctica. Este contenido debe corresponder a las necesidades de determinada sociedad. De ahí que su idea de Filosofía esté orientada a una Filosofía de la praxis, donde ésta implica que es reflexión sobre la praxis y desde la praxis y tiene relación con la ideología; así que, no basta con tener un modo de concebir el mundo y la realidad, también es imprescindible guiar el comportamiento práctico social que se tiene en él y transformarlo.
Filosofía
Así, a la filosofía que alude, es la filosofía de la praxis, con base en lo que se entiende con el término praxis, a saber: conciencia de la práctica. Hay una relación entre teoría y práctica, misma que se compromete no sólo a situarse dentro de un contexto específico o sólo pensarlo, sino que se esfuerza en ser un agente activo dentro de éste para modificarlo, transformarlo como él diría, pero de manera consciente, procediendo rigurosa, crítica y objetivamente. Esta filosofía se relaciona con la ideología en tanto que, junto con ésta, trabajando en determinado espacio, como lo podría ser la política o la educación, sólo por mencionar algunos ámbitos, van a responder a un conjunto de intereses y aspiraciones de una clase social concreta y que los conducirá a transformar también su comportamiento dentro de la sociedad.
Cuando Adolfo Sánchez Vázquez propone esto, está pensando en el proletariado, que mediante la praxis política, fomentada por la filosofía de la praxis, le auxilia a tener conciencia de su situación y a pensar desde ella, le permite generar una transformación social, dado que se fija un propósito: la emancipación; es éste el sentido de la función de esta filosofía. Hay diversos modos de llevar a cabo el propósito de la filosofía de la praxis, puede ser a través del arte o de la actividad política, pero siempre consciente. Insiste en que, “La praxis política, en cuanto actividad práctica transformadora, alcanza su forma más alta en la praxis revolucionaria como etapa superior de la transformación práctica de la sociedad.”[3]
No sólo en su propuesta de Filosofía de la praxis se concibe esa relación con la ideología, pues de hecho esa relación se da en cada una de las diversas filosofías, tanto en el arte como en las ciencias sociales [y en las filosofías] hay una ideología de por medio, ¿a qué se refiere con esto?:
En el contexto en el que vivimos, en el que nos movemos desde las diferentes dimensiones: ética, política, cultural, económica, etc. no sólo hay ideas – y razones- que intervienen en esas relaciones, también hay intereses. Estos intereses forman a determinada ideología, misma que repercute en la creación de cierta filosofía y que además, es una de las tantas labores de cierta filosofía hallar el tipo de vinculación que encontramos en esas relaciones. Ninguna de estas dimensiones se puede comprender de manera simple y pura, regularmente se hallan en una interrelación, sujetas a la ideología de su tiempo. La filosofía es una práctica, es una actividad que da cuenta de ello.
La filosofía en relación con su sociedad, puede entenderse como funcional en el sentido de que: “La Filosofía expresa el modo como los hombres de una época, y particularmente en la sociedad dividida en clases, conciben su relación con el mundo o entre los propios hombres, de acuerdo con sus intereses. En este sentido puede afirmarse que toda filosofía tiene un contenido ideológico.”[4] Al haber relación entre ideología y filosofía, como la primera tiene una función social, la segunda también la tiene, dado que la filosofía tiene cierto lugar dentro de la sociedad como lo tienen otras actividades humanas, ¿de qué manera cumple la filosofía con esa función? Por lo que cuando se fomenta el filosofar, lleva a asumirse como sujeto en la sociedad o comunidad, y concebirse como un ser humano que se involucra con su circunstancias y corresponde a los intereses de tal grupo. Depende de las ideologías concebidas, que coexisten y se confrontan en nuestro tiempo, el que podamos pensar otras formas de expresar ese compromiso y ejercicio crítico.
Contenido ideológico de la filosofía
El contenido ideológico de una filosofía, radica en que, si la ideología está compuesta por los intereses, cambios, inclinaciones y aspiraciones de una sociedad y todo aquello que la conforma en su contexto, esto a su vez contribuye a la formación de la filosofía. No se puede prescindir de ello, debido a que esos mismos aspectos son las condiciones de posibilidad de una filosofía, Sánchez Vázquez dice que la filosofía es ideológica por su propia naturaleza. Pero no todas las filosofías se enfocan en darle continuidad a esa ideología que las condiciona, incluso algunas se crean para refutarla y confrontarla.
La posibilidad de llegar a una transformación social, dependerá del tipo de ideología que impera en una sociedad. No toda ideología se atiene a este objetivo, ya que el contenido ideológico de una filosofía puede ser conservador o revolucionario, es decir, de dominación o de liberación, el primero es aquél que justifica e intenta legitimar el estado actual y no aspira a uno mejor; el segundo es aquél que puede ser calificado incluso como idealista o utópico, ya que tiene como objetivo el mejoramiento de la sociedad presente; asume una visión crítica para avanzar en la historia, para posicionar aspiraciones a una vida digna, donde el ser humano se politiza, se involucra en sus relaciones. Cabe mencionar que Adolfo Sánchez Vázquez aclara que no toda ideología se orienta hacia una Utopía.
Una ideología crítica y revolucionaria no sólo considera lo que se debe hacer sino lo que se puede hacer y ese poder abre la puerta a muchas formas de expresión de una nueva realidad. No desdeña la posibilidad de otros conocimientos e ideas, pues esa actitud la hace crítica. Es conveniente retomar lo que dice Luis Villoro, aunque difiere con Sánchez Vázquez en su concepto de filosofía y el sentido que tiene la ideología, pues esto puede ampliar la concepción en torno al concepto referido: la ideología debe responder a fines e intereses generales, de ahí que, alguno de esos fines es, la conciencia de la actividad propia de cada humano, en la que se ve implicada cierta concepción del mundo y permite determinado comportamiento.
Puesto que no todas las filosofías se comprometen con esa labor de transformación social, inclusive el mismo Sánchez Vázquez admite en Filosofía y circunstancias que no es obligatorio, pues hay filosofías que no optan por incidir en la sociedad y no aceptan que estén influenciadas por alguna ideología, pero aquellas que se asumen como filosofías que reiteran la imprescindible relación con la sociedad, sí toman en cuenta estos caracteres ideológicos.
La filosofía que se compromete, de manera crítica, con su sociedad, que se asume como un quehacer humano, que conoce, transforma, crea y mejora, no puede evitar edificarse desde un contenido ideológico. Si tomamos en cuenta que, “Por sus elementos ideológicos una filosofía responde ante todo a los intereses sociales, de clase, que expresa, y rebasa su función cognoscitiva al poner ésta al servicio de una función social, práctica.”[5] Entonces, la ideología que influencia a la filosofía mexicana, puede resultar crítica y enfocarse en intereses generales. La Filosofía que pone atención a su tiempo, a su entorno, es aquella que no sólo se enfoca en un conocimiento universal, pues esta Filosofía se da por el filosofar, por hacer de su actividad una constante respuesta a su función social.
De aquí podemos partir para hacer tanto una reflexión crítica con respecto a la filosofía que se enseña y se produce con base en la ideología dominante, así como pensar una propuesta de otro modo de concebir el contenido ideológico que podría tener una filosofía, misma que se mostrará en la segunda parte de esta investigación. Aunado a que esto esclarecerá el modo de proceder de la filosofía para incidir en su sociedad.
Contacto: luzfilos@gmail.com
[1] Adolfo Sánchez Vázquez. Filosofía y circunstancias, Barcelona, Ed. Anthropos, 1997. p. 29
[2] Adolfo Sánchez Vázquez. “La crítica de la Ideología en Luis Villoro” en Epistemología y cultura. En torno a la obra de Luis Villoro. UNAM. Instituto de Investigaciones Filosóficas, México. p. 189
[3] Adolfo Sánchez Vázquez. Filosofía de la Praxis. Editorial Grijalbo. México, 1980 p. 260.
[4] Adolfo Sánchez Vázquez. Filosofía y circunstancias. Ed. Anthropos, México, FFyL UNAM, 1997. p. 39
[5] Ibid. p. 77
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