Un día como hoy pero de 1825, el periodista, pensador y político argentino, Bernardo de Monteagudo, es asesinado en Quito. Monteagudo es unos de los llamados Libertadores de América que junto con el pensamiento y acción de Simón Bolívar, José de San Martín, Juan José Castelli, entre otros, encabezaron las luchas de Independencia de los países sudamericanos de Argentina, Perú, Bolivia y Chile. En su aniversario luctuoso número 186 lo recordamos con la siguiente frase:
“La educación de un pueblo destinado a la obediencia pasiva se reduce a hacer a los hombres metafísicos, para que nunca descubran sus derechos en ese caos de abstracciones, donde toda idea práctica desaparece.”
Memoria de 1853
Asimismo, este día conmemoramos el nacimiento de otro personaje fundamental en la lucha contra el imperialismo y por la liberación de las naciones americanas: José Martí. Político, periodista y filósofo cubano que luchó por la Independencia de su patria y que exhortó a las demás naciones de Nuestra América a crear, a partir de sí mismas y de sus realidades, para darse gobiernos justos y naciones libres. Del legado de Martí puede destacarse ese llamado que dio a la integración de naciones y a la formulación, a la creación, a la invención de instituciones y saberes propios para defenderse mejor contra toda forma de dominación y tiranía. Celebramos con los pueblos de América el 158 aniversario del natalicio de José Martí.
«Conocer es resolver. Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías. La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas.»
Nuestra América, enero de 1891.
CEFIME