Hacia 1538 Fray Juan de Zumárraga inició las gestiones para la creación de la Real y Pontificia Universidad de México, sin embargo no tuvo respuesta satisfactoria. El 21 de septiembre de 1551 el rey de España Felipe II concedió la cédula para su construcción y las clases comenzaron el 25 de enero de 1553, bajo el virreinato de Luis de Velasco, el primer rector fue Francisco Cervantes de Salazar. El edificio de la Universidad se ubicó en lo que actualmente es el Centro Histórico de la Ciudad de México, a un costado de la Catedral Metropolitana. Se trata de la primera Universidad en toda América y siguió los modos y el funcionamiento de la Universidad de Salamanca. Entre los catedráticos que iniciaron los cursos en la nueva Universidad se encontraba el destacado agustino Fray Alonso de la Veracruz.
Una versión de la Cédula para la creación de la Universidad dice lo siguiente:
«Don Carlos por la gracia de Dios, rey de romanos y Emperador Semper Augusto; Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega de Jaen, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias y de las Indias… Por cuanto así por parte de la Ciudad de Tenoxilitlán de México, de la Nueva España como de los prelados y religiosos de ella y de Don Antonio de Mendoza, nuestro Virrey que ha sido de la dicha Nueva España, he sido fuésemos servidores de tener por bien que en la dicha Ciudad de México sé fundase un estudio e Universidad de todas las ciencias donde los naturales y los hijos de españoles fuesen industriados en las cosas de nuestra Santa Fe Catolica en la demás facultades y libertades que así tiene el estudio e Universidad de la Ciudad de Salamanca, con las limitaciones que fuésemos servidos. E nos acatando el beneficio que de ello se seguirá a toda aquella tierra, habémoslo habido por bien y habemos ordenado que de nuestra real Hacienda, en cada año para la fundación del dicho oficio y estudio e Universidad mil pesos de oro en cierta forma. Por ende por la presente tenemos por bien y es nuestra merced y voluntad que en dicha ciudad de México, pueda haber y haya el dicho estudio e Universidad la cual tenga y goce todos los privilegios y franquezas y libertades y exenciones que tiene e goza el estudio e Universidad de la dicha ciudad de Salamanca; con tanto que en lo que toca a la jurisdicción quede y esté como ahora está y que la Universidad del dicho estudio, no ejecute jurisdicción alguna e con los que allí se graduaren, no gocen de la libertad que el estudio de la dicha ciudad de Salamanca tiene, de no pechar los allí graduados e mandamos a nuestro Presidente e Oidores de la nuestra Audiencia Real de la dicha Nueva España y otras cualesquier nuestras justicias de ella y de las otras islas y provincias de las nuestras Indias que guarden y cumplan esta nuestra carta y lo que en ella contenido y contra el tenor y forma de ella no pasen ni vayan ni consientan ir ni pasar en tiempo alguno ni por alguna manera.
Dada en la ciudad de Toro en 21 dias del mes de septiembre de 1551.
Yo el príncipe, yo Juan de Sámano secretario de su Católica Real Majestad la hice escribir.»
Para conocer más les dejamos el texto de Rafael Sánchez Vázquez, de este mismo artículo hemos transcrito la Cédula que presentamos: