Graciela Hierro fue una filósofa, investigadora y académica que nació en la Ciudad de México en 1928 y murió en la misma ciudad un 30 de octubre del año 2003.
Tuvo una hija a temprana edad y se inscribió en la Universidad Femenina de Adela Formoso donde estudió la preparatoria abierta. Años después realizaría diversos estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde fue discípula de Luis Villoro y Adolfo Sánchez Vázquez, y trabajaría como profesora de la Facultad de Filosofía y Letras desde 1972.
En 1978 funda la “Asociación Filosófica Feminista” en México, afiliada a la “Society for Women in Philosophy” de Estados Unidos, participó en el “Tercer Coloquio Nacional de Filosofía” de 1979, donde presentó una ponencia que versaba sobre “La naturaleza femenina”, a partir de lo cual el feminismo tuvo mayor resonancia en el ámbito universitario, con el paso del tiempo y gracias a su arduo trabajo, el interés por esta temática alcanzaría la esfera política y cultural del país.
Obtuvo el título de Doctora en Filosofía por la UNAM en 1982, tiempo durante el cual compaginó sus estudios con la crianza de sus cinco hijos. Fundó en 1992 el “Programa Universitario de Estudios de Género” (PUEG) en la UNAM y fue su directora hasta la fecha de su muerte. Fue titular de la “Cátedra de Ética”, del “Seminario Interdisciplinario de Filosofía de la Educación y Género” del Posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
La mayor parte de su investigación se centró en estudios de ética, filosofía de la educación, filosofía feminista y estudios de género, trabajó el pensamiento de Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos, María Zambrano y Simone de Beauvoir. Fue reconocida por su visión del feminismo como una labor crítica, así como por señalar su relación intrínseca con la pregunta por la condición humana, su peculiar adopción de la idea del “ser para otro” de Simone de Beauvoir, por su concepción del los estudios de género como una disciplina hermana pero no idéntica a la filosofía feminista y también por su propuesta de reapropiación del cuerpo por parte de las mujeres a través del placer, propuesta que representó el momento de la radicalización del pensamiento de Hierro en la última decena de su vida.
Durante estos últimos años también fundó, junto con Celia Ruiz Jerezano y Dasha Tepfel, el grupo de investigación “Las reinas” que trabajaban el tema de la vejez femenina y la dignidad, a través del cual impartieron diversos talleres sobre la equidad de género, el proceso de envejecimiento, la relación madre-hija, entre otros.
Entre sus obras más conocidas se encuentran: Naturaleza y fines de la educación superior (1982), Ética y feminismo (1985), De la domesticación a la educación de las mexicanas (1989), Ética de la libertad (1990), Gracias a la vida (2000) y Ética del placer (2001). También participó en las antologías: La naturaleza femenina(1989), Perspectivas feministas(1993), Estudios de género (1995), Diálogos sobre filosofía y género(1995) y Filosofía de la educación y género(1997), entre otras.