La clase media en México

Novedad editorial: La clase media en México

Carlos J. McCadden M. y Miguel del Castillo Negrete (autores)

Senado de la República. LXIII Legislatura, México, 2015, 86 págs.

Distribución gratuita.

La clase media, Del Castillo, McCadden

Introducción

La no- cuestión de la agenda mexicana: la clase media

A principios del años 2006 uno de los autores de este libro planteó en varias ocasiones la no – cuestión de la agenda mexicana, es decir, la ausencia en México de un proyecto prioritario para crear una pujante clase media (McCadden Matínez & Bravo Aduna, 2008; McCadden Martínez, 2006, 2007, 2008). Ciertamente hubo quienes leyeron el mensaje, pero lo interpretaron de manera incorrecta. Pensaron que si bien México no estaba aun plenamente desarrollado, ya era un país de “clasemedieros” (De la Calle & Rubio, 2010). Lamentablemente, esta tesis, a la cual se dio mucha publicidad, creó la falsa percepción de que el tema estaba superado o por resolverse.

A la fecha, a diferencia de otras naciones como Estados Unidos, Suiza o Uruguay, en México no se encuentra en la agenda nacional la necesidad de crear una pujante clase media. En la prensa nacional, y en voz de los funcionarios públicos, de los políticos y de los representantes de los diferentes partidos, se habla de inseguridad, empleo informal, bajo crecimiento económico, corrupción, pobreza, educación e ingobernabilidad.

No obstante, parece que todo depende de la perspectiva. Los economistas piensan que lo más importante para México es una estabilidad de precios, tendiente a una tasa de inflación competitiva en el escenario internacional, una disminución de las tasas de interés, un incremento de los niveles de inversión, un incremento de la tasa de crecimiento del PIB per cápita y una desregulación de la economía. Así mismo, para los politólogos se necesita mejorar, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) y las instituciones como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (mal llamado TRIFE), con el fin de hacer más estable la insipiente democracia mexicana. Por su parte, los juristas piensan que los problemas de México se generan por la carencia de un verdadero estado de derecho.

Un problema demasiado evidente necesita un observador privilegiado

[…]

En el año 2000, cuando Antonio Villaraigosa era solamente presidente de la Asamblea Californiana, mientras cenaba en la casa del empresario Carlos Slim, se le pidió que desde su perspectiva de mexicano-estadunidense, explicara, en pocas palabras, la diferencia entre Estados Unidos y México. La respuesta fue ésta: “es muy simple, dijo, si mi familia se hubiera quedado en México yo estaría hoy sirviéndoles la comida”. Ante las miradas de confusión de los comensales, el hoy exalcalde de Los Ángeles agregó: “En cambio se fueron a Estados Unidos y hoy ustedes ofrecen esta cena en mi honor” (Valero, 2005). Villaraigosa explicó por qué triunfó en los Estados Unidos: ahí donde la clase media puede crecer y desarrollarse, dijo, es tierra fértil para la creación de una sociedad prospera y democrática.

La exitosa carrera política del exalcalde angelino, hijo de un “chilango” que llegó a Estados Unidos sin terminar la secundaria (Brooks, 2005), remite de inmediato a una inquietante realidad en nuestro país: ¿Por qué los mexicanos pueden desarrollar en Estados Unidos su talento y aquí no? Villaraigosa rechazó dar recetas. “No voy a criticar al país de mis ancestros”, aseveró. En cambio, explicó  lo que para él es la clave del éxito de Estados Unidos. “La llave de la prosperidad y los cimientos de nuestra democracia [estadounidense] es la creación de una clase media fuerte. Nuestra fuerza reside en que éste ha sido un lugar con  una extensa y fuerte clase media en una democracia vibrante.”

Y agregó: “En un país de riqueza extrema y de pobreza extrema, la clase media no tiene los medios para crear y desarrollarse. La clase media es siempre el sector catalítico, el sector que mueve a un país” (Valero, 2005).

[…]

Una falsa percepción de la realidad

¿Por qué no está en la agenda nacional la construción de una clase media? Quizá porque la mayoría de los mexicanos se considera a sí mismo como de clase media, por toda la carga simbólica que el concepto implica. Por ejemplo, en la Encuesta Mundial de Valores llevada a cabo en nuestro país en el año 2005, ocho de cada diez personas entrevistadas declararon pertenecer a dicha clase: 20.9% media-alta, 41.7% media-media, y 18.4% media-baja. En el año 2012, la misma encuesta mostró un porcentaje menor: 61.5% de los entrevistados afirmaron pertenecer a la clase media alta o media baja (World Values Survey Association, 2014, 2015)…

[Fragmentos de la Introducción]

Índice

Prólogo

Introducción

La no-cuestión de la agenda mexicana: la clase media

Un problema demasiado evidente necesita un observador privilegiado

Una falsa precepción de la realidad

  1. El ingreso y la riqueza en México

El crecimiento de la economía

La distribución de la riqueza y el ingreso

  1. La pobreza de un país con riqueza mal distribuida

La pobreza y el hambre en México

La malnutrición en México

  1. El secreto está en la clase media

El meson y la clase media

La clase media y la subordinación

  1. Definición de clase media

La clase media desde el punto de vista del bienestar

Medición de la clase media de investigadores mexicanos

La pobreza y el nivel de gasto

La clase media desde el punto de vista del trabajo subordinado

  1. ¿A qué se dedican los mexicanos?
  2. El encubrimiento ideológico

Una propuesta alcanzable

Bibliografía

¿Dónde conseguir el libro?

Ponerse en contacto con Miguel del Castillo Negrete

(mdelcasti@itam.mx)

 

 

 

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