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Por Luz María León
El 22 de abril fue nombrado el Día Internacional de la Madre Tierra, promovido en el año de 1970, por el senador y activista ambiental Gaylord Nelson, para concientizar a la población de los problemas ambientales, así como convocar a la preservación de la biodiversidad. En primer momento fue nombrado sólo el “Día de la Tierra”, pero dado que una de las principales intenciones de este día ha sido reconocer a la Tierra como nuestro hogar y nuestra madre, es que se conoce como “El Día Internacional de la Madre Tierra”.
Existen antecedentes para llegar a nombrar este día, uno de estos es el Simposio de Ecología Humana, realizado en 1968 y organizado por el Servicio de Salud Pública de E.E.U.U. y Morton Shelly Hilbert, profesor de salud pública; en una conferencia dirigida a los estudiantes universitarios, se habló de los efectos del deterioro ambiental en la salud humana. Asimismo, el 23 de enero de 1970 se llevó a cabo un evento educacional de conciencia ambiental en la Universidad Northwestern. Finalmente, debido a la presión social hacia el gobierno de Estados Unidos, el 22 de abril de 1970 creó una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.
Las Naciones Unidas han dicho que “El Día Internacional de la Madre Tierra es un recordatorio de que nuestro planeta necesita que todos y cada uno de nosotros se comprometa con esta causa y contribuya a avanzar en la dirección correcta. Llegó el momento de asumir el liderazgo para que nuestros líderes puedan seguir nuestro ejemplo. Para muchos, el cambio climático es un problema lejano pero la realidad es que ya está afectando las vidas de comunidades enteras, animales y personas de todo el mundo. El mundo necesita un cambio profundo. Este 22 de abril es una oportunidad para impulsar el Día Internacional de la Madre Tierra y mostrar a nuestras comunidades y a nuestros líderes que queremos nuevas acciones encaminadas a luchar contra el cambio climático.”[1]
No sólo se trata de una lucha contra el cambio climático, sino de tomar conciencia de lo que implica emprender esta tarea, pues este problema es en gran parte responsabilidad de la humanidad, y específicamente de la explotación y destrucción de la Madre Tierra por parte de empresas transnacionales mineras; la creación de gasoductos en algunas partes como Puebla y Morelos, centrales hidroeléctricas, así como carreteras que implican la destrucción de algunos bosques, como es el caso del bosque otomí de Xochicuautla, en el estado de México.
En ese sentido, esta fecha nos convoca a cuestionar el modelo civilizatorio que nos rige, basado en la instrumentalización de la naturaleza. Igualmente, nos invita a conocer y reconocer a los múltiples pueblos indígenas y diversas comunidades que defienden sus territorios y se ocupan de la preservación de la madre tierra.
Si bien este día tuvo su origen en Estados Unidos, el alcance ha sido internacional y es necesario ser conscientes de ello, pues al igual que otros países de Latinoamérica, México es uno de los países más ricos en ecosistemas, con biodiversidad de flora y fauna, además de contar con un gran número ríos, lagos y mares que terminan contaminados por múltiples factores, entre ellos, por la explotación de minas. La minería causa daños irreparables a la naturaleza, ya que se generan desechos peligrosos, gases tóxicos y se daña el suelo. Respecto a esto, Angélica Enciso L. en una nota publicada el 30 de diciembre del 2011 en el periódico La Jornada, explica el impacto ambiental de la actividad minera:
Destrucción de flora y fauna, uso intensivo de agua, producción de toneladas de residuos peligrosos y daños a comunidades por la contaminación de aire y suelo, así como acústica, son consecuencias de la minería a cielo abierto y la megaminería subterránea que se extiende en territorio nacional(…)Se genera demasiado ruido con la molienda y trituración de rocas. Hay contaminación del aire con polvo, combustibles tóxicos, vapores o gases de cianuros, mercurio o dióxido de azufre. Además se reduce la presencia de agua subterránea, hay eliminación del suelo en el área de explotación y con la supresión de vegetación desaparece la biodiversidad de la zona.[3]
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