Gabriel Vargas Lozano, Mauricio Beuchot, Guillermo Hurtado, José Alfredo Torres. La filosofía mexicana: ¿incide en la sociedad actual? Editorial Torres Asociados. México. 2008. 102 pp.
Por Pablo Guerrero
Las actuales políticas educativas han relegado a la filosofía mexicana por partida triple; en primer lugar, no están inclinadas a apoyar a las humanidades, como a otras áreas de conocimiento; en segundo lugar, se ha logrado reducir las materias filosóficas en la educación media superior, al no ser útiles y hasta contradictorias para el modelo neoliberal actual; y en tercer lugar, porque la filosofía mexicana no es considerada una filosofía que pueda tener influjo dentro de la sociedad mexicana actual.
Este libro se divide en cuatro ensayos que corresponden con los cuatro autores del libro. El presente libro trata, ciertamente, de responder a la pregunta que lo titula; sin embargo, también intenta mostrar los elementos que le faltan a la filosofía para tener un mayor impacto en su entorno social. No se trata pues solamente de mostrar cómo las actuales políticas educativas han venido en detrimento de la filosofía; sino también acerca de lo que no se ha hecho para evitar una imagen negativa de la filosofía.
Política en México y un ejemplo del intelectual filósofo
Este primer ensayo busca mostrar, principalmente, la relación que tuvo José Vasconcelos con el poder que se gestó después de terminada la Revolución Mexicana, y de la incidencia social que tuvo. Tal incidencia trajo numerosos frutos, aunque no pudo tener la profundidad deseada, pues nunca pudo superar o siquiera nivelarse con quienes detentaban el poder de manera efectiva; es decir, sus propuestas siempre estaban mediadas por los intereses de alguien más. “En el fondo se dependía de la dádiva, otorgada en medios gobernistas para el éxito o fracaso de una empresa cultural. Pero sólo utilizando esta vía, reconoce Cosío Villegas, pudieron realizarse algunas acciones útiles.”1
Dentro de su pensamiento, José Alfredo Torres destaca la importancia de exigir un dirigente culto que conozca la realidad en su complejidad; pues no es posible dirigir una orquesta sin conocimientos musicales; ni tampoco un país sin tener un amplio conocimiento sobre su realidad; es decir, la presidencia debería estar destinada a las personas más capaces de la sociedad, como una condición necesaria, para enfrentar sus problemas de una forma pertinente.
Filosofía y sociedad en el México actual
Gabriel Vargas Lozano inaugura el segundo texto del libro con la tesis de que la filosofía general y la mexicana tienen una incidencia mínima dentro de los diversos ámbitos de la vida cotidiana. Sin embargo, eso no significa que la filosofía no tenga ningún papel dentro de la sociedad, pues a ella le toca responder a cuestiones relacionadas con “…orientar la vida hacia un mundo mejor,”2 cuestión que resulta de la mayor importancia.
¿Qué factores le impiden a la filosofía realizar tan importante labor social? Gabriel Vargas observa que gran parte del problema se debe a la política educativa que choca con la actividad crítica de la filosofía; muy en particular con el sistema capitalista que mercantiliza la actividad del hombre y al hacerlo lo enajena; con una filosofía que a través de la reflexión, libera o al menos hace consciente al hombre de la manipulación y la explotación a la que está sujeto. “Se trata entonces de dos lógicas encontradas […] la filosofía no se encuentra dentro de la lógica de la mercantilización y del dominio.”3 Pero tampoco ha habido interés del filósofo mexicano por conocer su historia, su pensamiento, ni por resolver los problemas de su realidad presente.
Finalmente, el autor nos da una serie de propuestas para lograr una mayor incidencia de la filosofía mexicana en su sociedad. En primer lugar, estaría un programa de ilustración pública que haga evidentes los vínculos que tiene la filosofía con su sociedad, a la par con uno que haga comprensible la reflexión filosófica. Todo ello, para lograr un fortalecer a la filosofía por medio del respaldo público. Y en segundo lugar, para lograr una incidencia más amplia dentro de nuestras comunidades, se necesita aprovechar los recursos que ofrece el Internet.
La función de la filosofía en México
El tercer texto del libro de Mauricio Beuchot empieza describiendo el sentimiento generalizado de pérdida de influjo de la filosofía en la conformación de nuestra sociedad, quedando solamente en las clases y escritos que imparte.
También intenta mostrar los beneficios que traería la hermenéutica al país. Ella “busca, sobre todo, el sentido. Y sentido es lo que está faltando en nuestra sociedad.”4 Pero la búsqueda del sentido sólo puede lograrse si conocemos nuestro pasado filosófico. Así, si se quiere hacer filosofía que incida en la sociedad no se puede ignorar su historia; aunque a la hora de interpretarla existan diferencias.
Por otro lado, Beuchot piensa que una de las mejores formas que tenemos para influir en nuestra sociedad, es a través de nuestra propia formación, pues ella permite traer mejores respuestas a los problemas que puedan aparecer. En este punto, es labor del filósofo responsabilizarse de su propia formación y notar que parte del problema actual de la filosofía reside en nuestra mala formación.
Hacia una filosofía para la democracia en América Latina
El último y cuarto ensayo de Guillermo Hurtado defiende la tesis de que la filosofía puede hacer algo para el fortalecimiento de la democracia. De hecho nota cómo la democracia ha crecido al mismo tiempo que la profesionalización de la filosofía. Sin embargo, si queremos que esto siga sucediendo, tenemos que ampliar la educación filosófica a las distintas esferas de la sociedad para que se fortalezca la labor democrática. La propuesta de Guillermo Hurtado va por el lado de la democratización de los distintos ámbitos que conforman a la sociedad; pues no tiene mucho sentido exigir elecciones democráticas si las piezas que conforman tal proceso, o tal sociedad, no se encuentran democratizadas.
La cuestión es que la filosofía tiene ciertas tareas que realizar para la consolidación de un estado democrático. Dentro de la escuela, principalmente, se tienen que reforzar tales ideales, nos dice Guillermo Hurtado. “La escuela es el taller de la democracia y es allí donde el impacto social de la filosofía puede sentirse con mayor fuerza.”5
¿Cuáles son las herramientas que debe enseñar el filósofo para que exista una verdadera sociedad democrática? En primer lugar, se tienen que brindar habilidades para argumentar y discutir de forma adecuada, para lograr, luego, una toma de decisiones colectiva. En segundo lugar, se tiene que enseñar a discutir de forma crítica y constructiva sobre la democracia, la igualdad y la libertad. En tercer lugar, hace falta una formación que guíe a los alumnos a volver suyos, pero de forma crítica, los valores democráticos, o de formular nuevos valores que vayan orientados a la persecución de la igualdad y de la libertad. “Se enseña a argumentar y a discutir para un buen fin: para saber más y equivocarse menos, sí, pero también para ser más libres, más virtuosos y, en fin de cuentas, para tener una mejor sociedad.”
Cada quien debería sacar la conclusión que le parezca más adecuada del texto; sin embargo, me permito destacar algunas ideas de las colaboraciones de los autores del libro. Una de ellas es que la filosofía debe dominar su disciplina, si es que desea tener una repercusión trascendente en la escuela. También se vuelve importante destacar que la filosofía mexicana debe conocer de manera profunda su historia para poder darse sentido, y para enfrentar, con conciencia y de manera efectiva, los problemas que surgen dentro de ella misma y de la realidad que reflexiona. Otro punto importante a destacar, es que es labor de la filosofía en general y mexicana mostrar la forma en la que puede resultar útil para su sociedad, mostrando la importancia y pertinencia de su actividad, enseñando que la reflexión filosófica no es ajena a ningún individuo. Y por último, entre otros tantos puntos, que la filosofía es una actividad esencialmente liberadora; y por tanto, debe estar presente en todo lugar donde exista la opresión, la explotación, la desigualdad, la enajenación, etc.
1Gabriel Vargas Lozano, Mauricio Beuchot, Guillermo Hurtado, José Alfredo Torres. La filosofía mexicana: ¿incide en la sociedad actual? Editorial Torres Asociados. México. 2008. p. 8.