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Por la Redacción/ Fotografía: No especifica/ Fuente: El Heraldo de Chihuahua/ 11 de mayo de 2015
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PARA COMPRENDER SUS CAUSAS Y BUSCAR SOLUCIONES
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En México estamos en una situación peor que la que propició la Revolución Mexicana
Chihuahua, Chihuahua.- En México estamos en una situación peor que la que propició la Revolución Mexicana. La violencia contra las mujeres, paradigmáticamente expresada en las mujeres asesinadas en Juárez, evidencia que estamos viviendo una de las peores épocas de nuestra historia y la filosofía puede contribuir promoviendo los valores fundamentales que están en crisis» dijo en entrevista el doctor Ambrosio Velasco Gómez, presidente de la Asociación Filosófica Mexicana.
Destacó que vivimos en el mundo, pero particularmente en el país, una situación que cuestiona y confronta no sólo valores políticos, éticos, civilizatorios fundamentales, sino también -y esto es lo más grave- la esperanza de solución de los problemas.
«La violencia creciente y sobre todo la irracionalidad absoluta de la violencia en México me parece que es una de las situaciones más graves. Yo reflexionaba hace unos días con los alumnos de que estamos en una situación en México peor que la que propició la Revolución Mexicana, porque en aquel entonces, aunque había una enorme desigualdad, existía una situación en la que no había democracia, ni derechos, pero no había la violencia generalizada de hoy en día; sí había violencia en el estado, pero no una violencia social, cotidiana y criminal como la que estamos viviendo.
Entonces la situación es de lo más grave» declaró el investigador titular en el Instituto de Investigaciones Filosóficas y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Al plantearle su percepción acerca de una de las situaciones que más ha lastimado a la sociedad chihuahuense, como lo es la brutal matanza de mujeres, resaltó que ello da muestra de que estamos en una de las peores épocas de nuestra historia y que si esto no nos indigna, es que ya hemos perdido todo sentimiento de humanidad, pero que no basta la indignación.
«Siendo franco, confío más en la capacidad organizativa de los propios ciudadanos, en la voluntad de sobreponerse de la sociedad, que en las políticas estatales que son necesarias y es su obligación, pero han mostrado su ineficacia».
Asimismo compartió que ha tenido oportunidad de estar en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y veo el enorme esfuerzo que están realizando profesores y alumnos para promover un clima de reivindicación de valores, una difusión del saber filosófico, de la ilustración, «que es la manera en cómo se puede combatir desde la academia, aunque no es la única y por sí misma no sería efi caz, pero sí es fundamental».
Aparte expresó que algo de gran relevancia y que no deben dejarse pasar es la denuncia de estos crímenes y la formación de una conciencia no sólo nacional, sino internacional que ha resultado eficaz en presionar al Gobierno federal y a las diferentes estancias de gobierno para que cumplan con su responsabilidad y aseguren las condiciones mínimas de seguridad, declaró el especialista.
En su opinión, los intentos de las diferentes políticas que desarrollan, como esta guerra que se ha declarado contra el crimen organizado, no está dando resultados, «las diferentes estrategias para combatirlo, esta idea de poner a México en movimiento, tampoco están resultando y creo que hay algo que tenemos que señalar: no se ha fomentado la educación y cultura que promueve los valores en crisis, de hecho en el gobierno anterior la filosofía se quitó como disciplina y materia en la enseñanza media y en general, por aquellos que toman decisiones políticas, económicas, empresariales; no hay una suficiente valoración de la filosofía, no como un conocimiento experto ni especializado, sino como una reflexión crítica y propositiva de carácter humanista, es decir para mejorar las condiciones de vida y actualmente las esperanzas de solución de los problemas que nos aquejan a todos».
En este sentido abundó que la filosofía tiene un gran compromiso, pero también exigen una mayor atención no de la sociedad, sino de las instancias gubernamentales que no la consideran como irrelevante para la solución de los problemas, por lo que recalcó que la filosofía tiene un compromiso muy fuerte con la solución de los problemas más urgentes.
Por lo anterior, detalló que la filosofía puede contribuir en la comprensión de las causas y motivos, promoviendo los valores fundamentales que están en crisis, valores como el respeto a la dignidad humana, a los derechos y a la vida, aparte de la solidaridad.
«La criminalidad creciente muestra que como dice la canción: la vida no vale nada, está muy arraigada en la sabiduría popular dicha percepción, pero no podemos contentarnos con ello y la filosofía tiene que dar una respuesta», declaró el también escritor ante esta reflexión filosófica sobre la situación actual y las propuestas de solución y la promoción de valores cívicos, morales, epistémicos y estéticos, lo que indicó es una tarea que se debe realizar rescatando nuestras propias tradiciones filosóficas, pues no se ha hecho con suficiente ahínco, «ya que sólo reproducimos esquemas de colonialismo intelectual pensando que las grandes filosofías sólo están en Alemania, Francia, en el mundo anglosajón y desperdiciamos tradiciones filosóficas y humanistas importantísimas que existen en Iberoamérica y en México».
Para este rescate incitó a estudiar la historia del humanismo y la filosofía nacional y su compromiso social. Hizo un panorama global sobre el desarrollo del pensamiento humanístico en México desde el siglo XVI hasta nuestros días, destacando la figura de un filósofo tan importante y poco conocido: Alonso de la Veracruz, fundador de la Real Universidad de México, uno de los críticos más lúcidos y radicales a la conquista y dominación española, uno de los defensores de los derechos de autonomía de los pueblos indios más claros y determinantes; «sin embargo ese pensamiento que está aquí en nuestro país no lo rescatamos.
Alonso es toda una tradición de pensamiento humanístico y filosófico muy potente que se desarrolla en contra de la dominación colonial». Un personaje más que puso como guía es la trascendencia de Sor Juana Inés de la Cruz, que no sólo es una gran poeta y dramaturga, sino además una filósofa crítica de su realidad, que denuncia igualmente la conquista, la dominación de los americanos, el desprecio por los mexicanos y reivindica lo nuestro.
«Creo que esto es algo que tenemos que rescatar: a nuestros grandes pensadores, sin excluir desde luego el diálogo con otras tradiciones, naciones y figuras de la filosofía, humanismo y la ciencia» recomendó el doctor Ambrosio.
Para finalizar sólo aprovechó la oportunidad para agradecer la invitación al XXXI Encuentro Nacional Conefi , organizado por estudiantes, lo que dijo que denota el interés de la juventud, la capacidad de gestión e iniciativa de estos eventos que son académicamente importantes, pero social y culturalmente son aún más.