
El profesor evaluará constantemente el desarrollo de las competencias de los estudiantes, por lo que resulta ser una guía en este proceso, viendo qué tanto ha logrado el estudiante en el desarrollo de las competencias. Mientras que el estudiante, para desarrollar las competencias, deberá programar sus tiempos de dedicación a las diferentes tareas a realizar así como valorar la aplicabilidad de los conocimientos adquiridos. Una formación por competencias no sólo permite desarrollar actitudes laborales sino que el estudiante, a lo largo de su formación, también desarrollará competencias que le sean útiles en la vida social, que les permitan tomar decisiones no sólo en los problemas laborales, sino también en los sociales y personales, estos son aspectos de convivencia y de la manera de ser.
Dado que la educación basada en competencias se organiza acoplándose a las necesidades actúales y puesto que nuestra sociedad actual está organizada bajo los intereses capitalistas, ¿es posible creer que en este tipo de educación, la formación instrumental, se pueda complementar con una verdadera formación filosófica humanista?