Abogado, historiador, periodista, educador, diplomático, político y filósofo. Nació el 26 de enero de 1848 en Campeche, México. Murió el 13 de septiembre de 1912 en Madrid, España.
En 1871 se gradúa de abogado en el Colegio de San Idelfonso. En el ’78 creó el diario denominado “La Libertad”. En 1880 fue elegido diputado en el Congreso Nacional. En el ’81 presentó su proyecto para la Reforma educativa de la Educación primaria, con carácter de pública y oficial, también presenta la propuesta de la creación de la Universidad Nacional de México pero ésta es rechazada. En 1894 es nombrado Ministro de la Suprema Corte de Justicia. Fue subsecretario de Instrucción Pública en dos periodos: en 1901 y posteriormente en 1905. También fue Secretario de Educación Pública y Bellas Artes. Siendo Ministro de Instrucción Pública, fundó la Universidad Nacional de México, el 22 de septiembre de 1910, en la conmemoración del Centenario de la Revolución de Independencia de México.
En un primer momento, se interesa por el positivismo de Augusto Comte y posteriormente por el organicismo de Herbert Spencer. En su “México social y político” brinda los lineamientos de lo que sería el Partido Unión Liberal, conocido también como “Partido de los Científicos”. Realizó fuertes críticas a la Constitución de 1857 por considerarla una generosa utopía liberal, carente de toda base real y científica. Basado en las ideas de Spencer, considera que el orden es primordial para la evolución de la sociedad. Al defender la idea de un gobierno fuerte que permitiera el desarrollo social, justificó la continuidad de Porfirio Díaz en el poder.
Fue maestro de los miembros del Ateneo de la Juventud formado por personajes como Antonio Caso, José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, entre otros.
Vale la pena añadir que la adhesión de Sierra a Porfirio Díaz no duró siempre. Hubo un momento, hacia el final de la obra de Sierra, donde se desmarca. Alguien que lo ha trabajado es el Ambrosio Velasco Gómez.
Vale la pena añadir que la adhesión de Sierra a Porfirio Díaz no duró siempre. Hubo un momento, hacia el final de la obra de Sierra, donde se desmarca. Alguien que lo ha trabajado es el Ambrosio Velasco Gómez.