Por: Héctor Eduardo Luna López
El día de hoy, 27 de julio, la filósofa mexicana de origen español, Ma. del Carmen Rovira Gaspar, cumpliría 101 años de vida.
Nacida en Huelva, España, tuvo que salir exiliada junto con su familia en 1929 a consecuencia del ascenso del fascismo y la caída de la Segunda República Española. Este hecho suscitó la persecución contra toda persona crítica y no alineada con la intolerancia del nuevo régimen, por lo que su padre, ingeniero civil de filiación socialista, junto con su familia, tomó la decisión de aceptar el ofrecimiento del entonces presidente Lázaro Cárdenas, para refugiarse en tierras mexicanas y así rehacer su vida.
La experiencia de una niñez marcada por la brutalidad de la guerra y la violencia del exilio, pero también por el profundo amor de su familia y la solidaridad de quienes compartían sus ideales político-sociales, hicieron que los valores de justicia y libertad se arraigaran desde muy temprana edad en Carmen Rovira.
Al llegar a la Ciudad de México, completó su educación preparatoria e ingresó a estudiar Filosofía a la Universidad Nacional Autónoma de México, donde tendría como compañeros y amigos a quienes, como ella, se convertirían en algunos de los filósofos y filósofas más destacadas de nuestra nación: Luis Villoro, Vera Yamuni, Elsa Cecilia Frost, Emilio Uranga, entre otros. Esta pléyade de intelectuales compartieron como mentor principal al también exiliado español, o como a él gustaba decir, «transterrado»: José Gaos.
Bajo la dirección de Gaos, Carmen Rovira realizó su tesis de Maestría, que se convertiría en su primera obra publicada: Eclécticos portugueses del siglo XVIII y algunas de sus influencias en América, obra con la que iniciaría su magna obra de estudio e investigación sobre las fuentes filosóficas iberoamericanas, para luego dar paso a su investigación documental sobre la filosofía mexicana, a la que dedicó prácticamente toda su vida.
Algunas de sus obras más notables comprenden: Una aproximación a las ideas filosóficas en México. Siglo XIX y principios del XX (coord., 2 vols.) y la Antología de Pensamiento Filosófico Mexicano del siglo XIX y primeros años del XX (coord., 4 vols.), obras que dan cuenta del complejo clima filosófico existente en el periodo decimonónico; Francisco de Vitoria. España y América. El poder y el hombre, probablemente su obra más importante, donde problematiza las posturas de filósofos y teólogos de la Universidad de Salamanca frente a la conquista de América; Dos utopías mexicanas del siglo XIX. Francisco Severo Maldonado y Ocampo y Juan Nepomuceno Adorno, dedicado a dos de los filósofos que más le apasionaron hacia el final de su vida, al respecto, mostraba predilección por Severo Maldonado, un sacerdote de Tepic que participó en la revolución de Independencia junto a Miguel Hidalgo y que, en plena campaña militar, se daba tiempo para redactar el primer periódico insurgente de Latinoamérica: El Despertador Americano.
A lo largo de su obra, Carmen Rovira desentrañó la originalidad de la filosofía mexicana, presente en innumerables autores y autoras, que van desde el siglo XVI hasta el XX. Con ello, nos legó una visión de conjunto de la filosofía mexicana, algo inédito hasta entonces, por la amplitud de los estudios y la rigurosidad en la investigación que demanda. Además, Carmen Rovira también nos ofreció enfoques de interpretación y estudio de la filosofía mexicana.
Una de sus propuestas fue ordenar la filosofía mexicana en discursos. Algunos de ellos, Carmen Rovira los denominó: discursos humanista y utópico, a los que les concedió mayor originalidad al interior de nuestro pensamiento y en el escenario filosófico global; discurso independentista y postindependentista, propio del convulso siglo XIX mexicano, signado por la búsqueda de libertad y autonomía política respecto de España; discursos liberal y conservador, que sirvieron a la consolidación de la incipiente nación mexicana; discurso positivista y antipositivista, que giraron en torno a problemáticas como la educación; discurso escolástico, protagonizado por filósofos y humanistas de raigambre católica ante diversas problemáticas; discursos socialista y anarquista, presentes durante la Revolución Mexicana y sus años posteriores como dos de los planteamientos más críticos de nuestra tradición en el plano político.
En su 101 natalicio, recordamos con admiración y reconocimiento a nuestra maestra María del Carmen Rovira Gaspar, quien nos dejó trazada la senda de la investigación en filosofía mexicana y un corpus robusto de ideas, metodologías y argumentos a favor de la autonomía del pensamiento propio y el compromiso de la filosofía con la causa más justa a la que se puede aspirar: el respeto a la dignidad humana.
Feliz cumpleaños hasta donde se encuentre, querida maestra Rovira.
